Hermes Torres

Hermes TorresFinalista en la antología: “El cielo es un orgasmo y otros relatos pecaminosos”.

Como persona real y física, no es propiamente un literato. Madrileño afincado en Buenos Aires, su historial literario es corto y manejable como el manual de instrucciones de una cuchara sopera; ganó algún concurso de cuentos de pequeño, y consiguió que alguno de sus relatos llegase a ser publicado en editoriales oscuras, casi como favor personal. Le gustan autores depresivos e incómodos como Sabato, Unamuno o Strindberg, y es de esos cuatro o cinco pedantes que afirman haber leído y admirado a Lautréamont.

Ahora bien, Hermes Torres como concepto, es una historia bien distinta. A través de estados alterados de la mente favorecidos por diversos mixes de estupefacientes, Hermes Torres abandona su cuerpo, y, por extensión, su vida plana y mediocre, para ser poseído por el Maestro Fernández, y, en planos de existencia ajenos a este, se convierte en sublime creador de lo inexistente. Ahí, en el otro lado, es una referencia indiscutible de la narración, y los círculos intelectuales más selectos de súcubos y trasgos dan fe de su autoridad literaria.